Titulo: La Catedral Del Mar
Editorial: Grijalbo
Paginas: 669
Resumen
Novela histórica con tintes de aventura. Narra la historia de Arnau Estanyol, un payés nacido esclavo de la tierra que se enfrentará a la barbarie y la injusticia de la sociedad estamental del siglo XIV. Las distintas profesiones ejercidas por el protagonista, así como su desigual suerte en las empresas emprendidas, sirve de excusa al autor para elaborar un mosaico desordenado de la sociedad medieval catalana.
Sobre el autor
Ildefonso Falconés es un tipo listo. Tan listo que en éste, su primer intento, ha dado con la fórmula del éxito literario y el hecho de que sea una vieja fórmula no le quita mérito al asunto. La catedral del mar mezcla en sus páginas la eficacia narrativa de Los pilares de la tierra con la dosis exacta de argumento de clásicos como El conde de Montecristo, logrando un clímax en la mezcla que atrapa desde las primeras páginas.
No nos equivoquemos, aunque nos encontramos ante una exquisita opera prima tenemos que hablar de best-seller. Es precisamente de esa “comercialidad” de donde más cojea la novela de Falconés, y es que entre sus páginas se adivina demasiado la aplicación de dicha fórmula. Sirviendo como libro de estilo de la nueva narrativa americana, la novela del catalán ofrece capítulos breves, un lenguaje sobrio y escenas efectistas que a menudo dejan entrever un esquema argumental que el autor se cuida mucho de salvar pese a la tensión dramática y a la evolución de los personajes.
Sobre el libro
El protagonista se gana en seguida el favor del lector, aunque se evitan los dualismos propios de estos personajes. Los buenos son demasiado buenos y los malos excesivamente perversos, pero la trama se urde con talento y la escasa profundidad de los héroes se ve compensada por su evolución a lo largo de la misma.
Interesante tamiz de la Barcelona medieval en la que el autor deja ver su pasión, una pasión un tanto desmedida, por una ciudad que imagina leal. Una utopía de valores en la que el personaje colectivo participa activamente y donde la injusticia no puede prevalecer.
Absorbente, impactante y sobre todo magistralmente urdida, La catedral del mar empuja a una lectura desbocada que apenas si da tregua al lector. Su mayor pecado es quizás la falta de originalidad, puesto que como novela de la Edad Media cuenta con todos los convencionalismos del género: la tiranía de los nobles, la intolerancia religiosa, el despotismo de las leyes e incluso las consabidas batallas, aunque Ildefonso Falconés añade algunos elementos foráneos que suman interés a la novela, como los bastaixos (arrieros de las mercancías portuarias que cargaban con las piedras de la catedral) o las host catalanas (una suerte de milicia barcelonesa) que tanto juego dan en la historia.
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